miércoles, 19 de enero de 2011

Esperar


     Esperar

“Otra vez me he pinchado al querer tomar rosas. ¡Que importa! Este pinchazo me volvió a la realidad, de donde nunca debí salir.
Otra vez iré con más cautela... ¡o tal vez no!
¿Qué importa sufrir desencantos?
Lo importante es distraer esta inquietud del alma y caminar hacia la aurora.
¡Buscar, perseguir, luchar por la felicidad de los humildes! ¿Un desengaño hubo? Mejor. Ahora, sufriendo, sé lo que es luchar, y caer, y volverse a erguir.
Nada vale en el mundo lo que un minuto de esperanza.
Y aquel que, a pesar del desgarrón en las carnes, alza y sigue, espera.
Y esperar - ya lo dijo el poeta -,
 “es tener el alma lleno de rosales”…

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